sábado, 15 de marzo de 2014

EL VENDEDOR MÁS GRANDE DEL MUNDO

Og Mandino

EL VENDEDOR MÁS GRANDE DEL MUNDO


Adaptado, libremente,  del libro de Og Mandino,
con el mismo título, por Giuseppe Isgró



1.  Hoy comienzo una nueva vida. La carrera que he escogido está repleta de oportunidades. El tiempo le enseña todas las cosas a aquel que vive para siempre. Empero, practico el arte de la paciencia. Quiero ser el más grande de los vendedores. Los buenos hábitos son la clave de todo éxito. Me formo cada día mejores hábitos de trabajo. Camino erguido entre la humanidad.

2.  Saludaré este día con amor. Porque éste es el secreto más grande del éxito en todas las empresas. Solo el poder invisible del amor puede llegar al corazón de las personas. Haré del amor mi arma más poderosa y nadie a quien yo visite podrá defenderse de su fuerza. Ahondaré, siempre, en busca de razones para elogiar. Saludaré este día con amor en mi corazón. Pero, -¿cómo reaccionaré  frente a la conducta de los demás? Con amor. Porque, así como el amor es el arma con la que me propongo abrir el corazón de las personas, el amor es, también, mi escudo protector que me protegerá  en el mercado y me sostendrá cuando estoy solo. Me estimulará en momentos de desánimo, pero me calmará en época de gozoso transporte.  Con el uso se fortalecerá y me protegerá cada vez más, hasta el día en que podré caminar sin estorbos entre las personas, y cuando lo haga, mi nombre será enarbolado bien alto en el camino de la vida. Con amor aumentaré mis ventas en un ciento por ciento y me convertiré en un gran vendedor. Con el amor puedo acrecentar mi éxito.

3.  Persistiré hasta alcanzar el éxito: De aquí en adelante, reconoceré que la vida me pone a prueba. Si persisto alcanzaré el éxito. Los premios de la vida se encuentran al fin de cada jornada y me corresponde a mí saber cuantos pasos son necesarios a fin de alcanzar mi meta. Siempre daré un paso más. Si ese no es suficiente daré otro y aún otro. Persistiré hasta alcanzar el éxito. Las pequeñas acciones repetidas complementarán cualquier empresa. Mantendré los ojos fijos en las metas por encima de mi cabeza, porque sé que en el árido desierto crece la verde vegetación. Recordaré la antigua ley de los promedios y la adaptaré para mi beneficio. Persistiré con la convicción de que, cada vez que resulte infructuosa una venta, aumentarán las posibilidades de éxito en la tentativa siguiente. Toda vez que escuche un no, me aproximará al sonido de un sí. Toda vez que me encuentre con una mirada de desaprobación recordaré que sólo me prepara para la sonrisa que encontraré después. Persistiré, persistiré y persistiré de nuevo. Cada obstáculo que se me  presente, lo consideraré como un mero rodeo en el camino que me conduce a la meta y un desafío a mi profesión. Persistiré y desarrollaré mis habilidades. De aquí en adelante aprenderé y aplicaré otro secreto de aquellos que sobresalen en su trabajo. Cuando haya terminado el día, sin tener en cuenta los resultados, exitosos o no, procuraré realizar una venta más. Planto la semilla del éxito  del mañana y mi cosecha será abundante en prosperidad, riqueza y abundancia. Saludaré el nuevo día con confianza de que éste será el mejor día de mi vida. Persistiré, porque sé que uno de los grandes principios del éxito es que si persisto lo suficiente  alcanzaré la victoria. Persistiré y alcanzaré la victoria.

4.  Soy la obra más grande de la naturaleza. Proclamaré mi singularidad ante el mundo y seré mejor cada día. Soy un ser único en la naturaleza. Soy de valor. Soy el resultado de miles de años de progreso. Tengo potencial ilimitado. De aquí en adelante concentraré mis esfuerzos a transformarse hasta lo máximo que mi potencial permita. Acrecentaré mis conocimientos de la humanidad, de mí, y de las mercancías que vendo, de manera que mis ventas se multiplicarán. Practicaré y mejoraré y puliré las palabras que pronuncio para vender mis mercancías, porque éste es el cimiento sobre el cual edificaré mi carrera y nunca me olvidaré que muchos han alcanzado grandes riquezas y éxito mediante un solo discurso de venta pronunciado con excelencia. Asimismo procuraré, constantemente, mejorar mis modales y atractivos, puesto que son el azúcar hacia el cual todos son atraídos. Se me han dado ojos para que vea y una mente para que piense y ahora sé un gran secreto de la vida porque percibo por fin que todos mis problemas y desánimos son en realidad grandes oportunidades veladas. Nunca me engañaré por las pantallas que lleven, porque mis ojos están abiertos. Miraré más allá de las apariencias y descubriré la realidad y las oportunidades, siempre. Con cada victoria la próxima será más fácil. Venceré y me convertiré en un gran vendedor, puesto que soy único, singular.

5.  Aprovecharé las horas y trabajaré con más ahínco que nunca. Haré más visitas que nunca. Venderé más que nunca. Ganaré más dinero que nunca. Cada minuto de hoy será más frugífero y fecundo que las horas de ayer.

6.  Hoy seré dueño de mis emociones. La naturaleza toda es un ciclo de estados de ánimo y yo soy parte de la naturaleza. Si le ofrezco gozo y entusiasmo, claridad y alegría, y mi tiempo me producirá una cosecha de ventas y una gran cantidad de dinero. Aprenderé el secreto de los siglos: fuerte es aquel que compele a sus acciones que controlen sus pensamientos. Todos los días seguiré este plan de acción: cantaré, reiré, redoblaré mi trabajo, me lanzaré adelante con confianza; vestiré ropa nueva, hablaré con voz vibrante, pensaré en la riqueza futura, recordaré el éxito pasado, recordaré mis metas. Con este conocimiento comprenderé y reconoceré el estado de ánimo de aquel a quien visite porque sé que mañana cambiará y será un gozo visitarlo. No juzgaré más a una persona por una sola visita; no dejaré de visitar mañana a aquel que hoy me demuestra indiferencia. Hoy quizá no compre, pero mañana, pero mañana sí lo hará. El conocimiento que tengo de este secreto es la llave que me abre la puerta de la riqueza. De aquí en adelante reconoceré e identificaré el misterio de los estados de ánimo de toda la humanidad, y en mí. Dominaré mis estados de ánimo mediante una acción positiva y cuando haya dominado mis estados de ánimo controlaré mi destino. Hoy controlaré mi destino y mi destino es convertirme en el vendedor más grande del mundo. Seré dueño de mi mismo. Tengo cada día más efectividad en mi trabajo de ventas.

7.  Cultivaré el hábito de la risa. Sonreiré y mi digestión mejorará; me reiré y mis cargas serán aliviadas; me reiré y mi vida será alargada, porque éste es el secreto de la larga vida y es ahora mío.  Tres palabras mencionaré frente a todo obstáculo: Esto pasará también. Mientras pueda reírme seré siempre rico. Éste es uno de los mayores dones de la naturaleza. Solamente con la risa y la felicidad puedo convertirme en un verdadero éxito. Sólo con la risa y la felicidad puedo disfrutar de los frutos de mi trabajo. Seré feliz; tendré éxito; seré el más grande vendedor que el mundo ha conocido.

8.  Hoy multiplicaré mi valor en un ciento por ciento. Fijaré metas para el día, la semana, el mes, el año y mi vida. Hoy sobrepasaré toda acción que realicé ayer. Mañana subiré más alto que hoy. Siempre extenderé mis brazos más allá de lo que está a mi alcance. Siempre ampliaré mis metas tan pronto las haya alcanzado. Procuraré hacer que la próxima hora sea mejor que ésta; y cuando haya hecho esto lo repetiré de nuevo y de nuevo y se producirá el asombro y la maravilla ante mis elevados logros, en circunstancias que estas palabras se cumplen en mí.

9.  Procederé ahora mismo. La acción es mi alimento y bebida que nutrirá mi éxito. Ahora sé que para conquistar el temor debo siempre procederé sin vacilación. Cuando esté tentado a abandonar la lucha para comenzar mañana, pronunciaré estas palabras y procederé de inmediato a consumar otra venta. Solamente mi acción determina mi valor en el mercado y para multiplicar mi valor multiplicaré mi acción. Visitaré a mil personas o más para venderle y procederé ahora mismo, porque el ahora es todo lo que tengo. Ahora es el momento oportuno, éste es el lugar, yo soy la persona. Procederé ahora mismo.

10.              Oraré pidiendo directivas y orientación y oraré como un vendedor, de esta manera:  Oh Creador de todas las cosas, ayúdame. Guíame en el camino que conduce al éxito y a la felicidad, a fin de adquirir habilidad para aprovechar mis oportunidades. Enséñame a vender y a prosperar con amor. Ayúdame a permanecer humilde en los obstáculos y mantiene a mi vista el premio que acompaña a la victoria. Guíame para que pueda arrancar la semilla del éxito en el camino de la vida. Disciplíname a fin de que adquiera el hábito de no cejar nunca y señálame la forma de usar la ley de los promedios. Enséñame a reconocer las oportunidades de cada día y a tener la paciencia que concentrará mis fuerzas. Contaré mis bendiciones hoy. Llena mi copa de amor a fin de que pueda convertir a los extraños en amigos. Que todas estas cosas sean así si es Tu voluntad. En realidad, debe existir un lugar especial para mí. Guíame, ayúdame, señálame el camino. Déjame que llegue a ser todo lo que tienes planeado para mí en tus planes cósmicos. Ayuda a este sincero vendedor. Guíame, Dios.



No hay comentarios:

Publicar un comentario