sábado, 21 de julio de 2012

EL PODER DE LA VISUALIZACIÓN




EL PODER DE VISUALIZACIÓN

Por ©Giuseppe Isgró

La mente humana está dotada de una poderosa facultad denominada imaginación. Es la capacidad de visión del espíritu humano. Por medio de la imaginación se puede explorar la realidad universal en todos sus niveles, variantes y posibilidades y percibirla como conciencia intuitiva, de acuerdo con el propio grado de progreso.
Al interiorizarse e imaginar como debe desarrollarse un plan o alcanzar un objetivo, simplemente, se están explorando las posibilidades existentes y percibir el mejor curso de acción. Si puede verse mentalmente, puede realizarse.  Es una realidad.
La imaginación puede dividirse en dos grupos esenciales: la creativa, en la cual, no existen antecedentes que sirvan de base o soporte y todo debe ser generado desde el inicio.
Y, la imaginación sintética, en la cual existen ya experiencias previas sobre determinados objetivos que se desean realizar y aunando aspectos esenciales de las mismas, establecer un plan de ejecución que permita llevar a cabo la acción y alcanzar el logro.
Cuando se trata de aspectos ya conocidos, y se desea representar el resultado final satisfactoriamente logrado, se habla de visualización.
En todo caso, en la visualización siempre existe un elemento imaginativo al representar, en la pantalla mental, el resultado debidamente alcanzado, en su fase culminante.
Es una poderosa herramienta para alcanzar metas.
La visualización es aplicable al logro de cualquier objetivo, solución de situaciones, desarrollo de cualidades personales o destrezas físicas, superación de exámenes, optimización de resultados en todos los desempeños de la vida, en el arte de hablar en público, en el desarrollo de una conferencia, en mantener mejores relaciones sexuales, en conservarse físicamente con el aspecto deseado, en lograr mejores métodos de trabajo, en crear nuevos bienes y servicios o innovar los ya existentes en todas sus variantes y formas, sin límite de ninguna naturaleza.
La imaginación como visión del espíritu canaliza el poder creativo del universo mediante la conciencia intuitiva y la ley de atracción;  su base la constituye el pensamiento y la génesis creadora reside en las ideas. Todo está regido por la ley de causa y efecto y por la de la polaridad, entre otras, en la ecología mental.
Se ha dicho que, -“cuando la imaginación entra en conflicto con la voluntad, casi siempre es aquella la que vence sobre ésta”. Este aserto, no deja de tener su razón de ser. Empero, quien debe subordinar a la imaginación para que coopere al logro del objetivo, es la voluntad. Esto puede hacerse por medio de diversas técnicas; en primer lugar, es preciso dejar de confrontar la imaginación con la voluntad y ésta debe tomar el control, enunciando por escrito bien sea la situación que, resolviéndola vuelva a reestablecer el equilibrio original, o, el objetivo que, una vez alcanzado implique un cambio que vaya más allá de la situación actual que se anhela transmutar.
Al establecer el objetivo por escrito, esa fuerza creativa interior, acumulada como insatisfacción creadora en busca de expresión que, al no hacerlo hacia el exterior en forma de logros por ausencia de propósitos definidos, suele hacerlo hacia adentro como sentimiento de frustración, comienza a canalizarse positivamente hacia el logro del objetivo, proporcionando, en forma inmediata la emoción de la auto-liberación y el sentimiento de la autorrealización.
El acto de escribir el objetivo encierra grandes secretos. Al pasar la idea de la dimensión abstracta a la objetiva, en su recorrido programa la computadora mental y comienzan a surgir coincidencias sorprendentes.
Al escribir las cosas que precisan cambios o logros de objetivos, se redimensionan en su realidad, tal cual es y se establecen las prioridades sobre las cuales, una a la vez, se centrará la atención y la propia capacidad realizadora.
La imagen del objetivo a lograr funge de un imán cuya fuerza de atracción comienza a atraer, en forma automática, a los elementos coadyuvadores que son esas coincidencias que obedecen a la ley de causalidad, es decir, los nuevos objetivos enunciados por escrito constituyen la causa que generará el efecto correspondiente, oportunamente, si se persiste en la acción con expectativa positiva.
Es aquí donde entra en juego la visualización como poderosa herramienta creadora de resultados, subordinando la imaginación, quien abre el cauce que la voluntad sigue dócilmente.
Empero, la practica de la visualización es una acción de la voluntad, por cuanto el querer intensamente alcanzar los resultados o evitar determinadas consecuencias, activa tanto la voluntad, como el extenso bagaje de facultades espirituales que el ser posee, en forma automáticas, como son: la proyección espiritual o eje alrededor del cual gira  la imaginación para percibir la visión del espíritu que oportunamente transfiere a la conciencia objetiva como intuición; además, la inspiración fruto del propio entorno de guías y afines espirituales que constantemente brindan su apoyo, por cuanto existen fuerzas positivas que buscan ayudar, es decir, no se está solos en la realización de la tarea que a cada quien le corresponde en los planes trazados por el Gran Arquitecto del Universo, donde la ley de atracción actúa por medio de la fuerza psico-cinética, haciendo vibrar por efectos de la resonancia magnética los campos morfo-genéticos produciendo cambios significativos en la conciencia colectiva.
Es necesario actuar con calma imperturbable y serenidad para activar los poderes creadores de la mente y conservar la lucidez mental, así como aplicar el uso de afirmaciones o la autosugestión, entrenándose, diariamente, en la relajación profunda y la visualización creativa de los resultados que se anhelan alcanzar como si ya hubiesen sido logrados, en su nivel óptimo, sin involucrar canal de manifestación alguno, dejando esto a la inteligencia infinita que conoce cual es el más indicado, en el momento oportuno, en armonía con todos.
Recuerda tus éxitos pasados. Anticipa las gracias por los logros en curso como si ya hubiesen sido alcanzados y visualízalos en su etapa culminante, ya logrados satisfactoriamente.
La imaginación permite percibir el plan que la inteligencia infinita tiene para cada quien, en un momento dado.
Es preciso fijarse objetivos claramente definidos y elevados; hay que aspirar a las grandes  realizaciones sin límites de ninguna naturaleza, ya que, la imaginación bien utilizada y pensando en posibilidades, se abren caminos inexplorados y se alcanzan todas las metas si se persiste con suficiente intensidad y tiempo, negándose a abandonar cuando las cosas se ponen duras o menos fácil. Es en ese instante en que se tiene la tentación de abandonar cuando se está más cerca de alcanzar los resultados apetecidos. La fuerza creativa busca una vía de salida, siempre; si le negamos la posibilidad de retroceder, abandonando el plan, ella avanzará, siguiendo adelante, encontrando el camino hacía la meta y por sí sola, la encontrará, por cuanto es creativa y la programación de los objetivos le sirve de instrumento orientador de lo que debe lograr y lo logra.
Piensa en grande; de la misma manera que la inteligencia infinita pensó en grande para ti. Acepta el inmenso poder que existe en ti y el plan universal que te destinó a las grandes realizaciones. ¿Por qué aceptar menos de lo que la vida tiene destinado para cada ser?
Tú eres mejor de lo que crees.
Adelante.